En un mundo en constante evolución, la seguridad se ha convertido en una prioridad fundamental para individuos y empresas por igual. Desde los primeros sistemas de alarma hasta las innovaciones tecnológicas más recientes, el campo de la seguridad ha experimentado un progreso significativo a lo largo de los años. ¿Cuáles son las tendencias actuales y los desafíos futuros que enfrenta la industria de la seguridad?
Lic. Diego Madeo
Director Ejecutivo - Garnet Technology
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En 1853, Augustus Russell Pope, quien residía en Massachusetts, obtuvo la patente del primer sistema de alarma contra robos, se trataba de un dispositivo a base de una campanilla conectada a un circuito eléctrico en paralelo.
Este aparato se ubicaba en puertas y ventanas, al momento de abrir una de ellas, el circuito generaba por medio de la corriente eléctrica la vibración de los imanes del sistema. Las oscilaciones electromagnéticas sacudían un martillo, el cual golpeaba la campanilla y concebía la alarma sonora.
Sin embargo, se reconoce a Edwin Holmes como el precursor de las instalaciones de alarmas modernas. Holmes en 1857 le compro los derechos del invento a Pope. Posterior a ello, fundó la empresa “Holmes Electric Protection Company” y con una estrategia publicitaria potente instauró la alarma antirrobo asociada a la telegrafía. Desde entonces, en los más de 170 años siguientes, se han sucedido una serie de hitos significativos en este campo: desde la creación de la primera red monitoreada de alarmas con las estaciones de bomberos hasta la integración de sistemas con detectores de movimiento, pasando por el uso pionero de cables telefónicos preexistentes y la conexión a la red eléctrica. Este progreso ha culminado con la aparición de alarmas inalámbricas en las últimas tres décadas y los primeros sistemas IP que se vienen imponiendo desde hace ya 10 años.
En la actualidad, nos encontramos al borde de otro cambio fundamental que podría igualar o superar en trascendencia a los anteriores. Impulsadas por el aumento en la capacidad de procesamiento y la rápida expansión de la banda ancha, las soluciones gestionadas en la nube y el internet de las cosas prometen generar eficiencias operativas tanto para instaladores como para usuarios finales. Además, facilitarían la instalación, programación y mantenimiento de sistemas, a la vez que abrirían nuevas fuentes de ingresos recurrentes para empresas de monitoreo y servicios digitales para usuarios finales.
Sin embargo me pregunto, ¿están los instaladores de alarmas o empresas preparados para aprovechar estas oportunidades? ¿Qué acciones podrían tener sobre la gestión de su cartera de clientes a través la nube o sobre la incursión en el mercado de IoT? Algunos podrían considerar que la tecnología aún es demasiado incipiente, que la infraestructura IP carece de fiabilidad o que el potencial de la tecnología está exagerada. Otros podrían pensar que al adoptar IoT simplemente aumentarían los riesgos de ciberseguridad en lugar de mitigar los riesgos de seguridad. Además, algunos podrían ver al IoT como una posible vía de entrada para las grandes empresas tecnológicas que podrían competir en su mercado.
Mientras tanto, el avance tecnológico en seguridad, impulsado por microprocesadores cada vez más potentes y su capacidad de procesamiento para una inteligencia artificial en constante evolución, no muestra señales para detenerse.
Con microprocesadores más potentes y eficientes, los sistemas de seguridad pueden analizar grandes volúmenes de datos de manera rápida y efectiva, identificando patrones y comportamientos sospechosos que antes habrían pasado desapercibidos. Con una infraestructura más robusta y confiable para la gestión y monitoreo de sistemas de seguridad se abren nuevas oportunidades para servicios innovadores y personalizados ¿Podrán las empresas instaladoras y los clientes finales acelerar su adopción e integración en los próximos años?
Hace unos días, tuve la oportunidad de dialogar con una empresa de monitoreo que aún no ofrecía aplicaciones para su clientes, no le interesaba, me pregunto si eso no retrasa el crecimiento de esta industria, me dejó pensando... a medida que avanzamos, es imperativo que la industria de la seguridad se adapte y adopte estas nuevas tecnologías para no quedarse atrás. La evolución de la seguridad, desde los primeros sistemas de alarma hasta las avanzadas soluciones actuales, refleja un progreso impresionante y continuo. Pero, el verdadero desafío radica en la capacidad que tiene cada empresa para adaptarse y aprovechar las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías. Aquellos que logren integrar estas innovaciones de manera efectiva estarán mejor posicionados para liderar el mercado en los años venideros. La pregunta no es si las empresas dedicadas a la comercialización de seguridad electrónica podrán adoptar estas tecnologías, sino cuándo y cómo lo harán para maximizar su impacto positivo.